“El yogui ha de comer moderadamente; si no, aunque adquiera claridad, no podrá alcanzar el éxito” Siva Samhita
La comida, energía para la vida
El cuerpo humano necesita alimento por dos motivos: como “gasolina” para producir la energía que necesita y como material nuevo para regenerar continuamente el cuerpo y sus tejidos. Una dieta pura y natural es la mejor manera de ayudar a nuestro cuerpo en estas dos necesidades básicas.
El Sol, la energía fuente de vida
Toda la energía viene del sol. Cuanto más cerca esté la comida de esta fuente, más energía contiene. El ser humano sólo puede absorver vitamina D y energía vital (prana) directamente del sol, mientras que las plantas utilizan la fotosíntesis para convertir la energía del sol en materia. Por lo tanto, una dieta vegetariana nos aporta nutrientes que vienen directamente “de la fuente”. La carne o el pescado, en cambio, contienen sólo nutrientes de “segunda mano”(la energía natural de las plantas ya se ha metabolizado en el cuerpo del animal).
Somos lo que comemos
Somos lo que comemos. Esto es cierto en más de una manera. Como ya hemos mencionado arriba, necesitamos comida para mantener las funciones vitales de nuestro cuerpo. Pero el alimento tiene tambien efectos más sutiles: forma la sustancia de nuestra mente y por tanto puede influenciar la mente de manera muy sutil. Este es otro motivo por el que deberíamos tomar alimentos naturales. La comida fresca, ligera y nutritiva, mantiene el cuerpo en forma y flexible, la mente clara y aguda y hace que ambos, el cuerpo y la mente, esten receptivos a la práctica del yoga.
Vegetarianismo
Sentirse sano y lleno de vida (sin comer carne)
Hay gran cantidad de evidencias médicas que indican que una dieta vegetariana equilibrada es extremadamente sana. Aporta al cuerpo las proteínas, minerales y vitaminas que necesita. Desde el punto de vista de la estadística, el porcentaje de ataques del corazón, problemas de riñón y cáncer es menor en los vegetarianos. Su sistema inmunológico es más fuerte y tienen menos tendencia a la obesidad que las personas que comen carne.
El yoga recomienda una dieta lactovegetariana. Consumiendo una pequeña cantidad de productos lácteos se cubren las necesidades diarias de vitamina D, vitamina B12 y calcio.
Además de razones de salud, existen motivos éticos, económicos y espirituales para hacerse vegetariano.
Por qué los yoguis no comen carne
• La carne contiene un alto porcentaje de toxinas.
• Le faltan minerales y vitaminas de vital importancia.
• La carne contiene más proteínas de las que necesitamos.
• La proteína animal contiene demasiado ácido úrico. Cuando se consume en elevadas cantidades, el ácido úrico no se puede eliminar adecuadamente y es depositado en las articulaciones. El resultado: falta de flexibilidad de las articulaciones, gota, reumatismo, dolores de cabeza, y nerviosismo.
• La carne puede estar infectada con patógenos peligrosos como la triquinacea y las lombrices intestinales.
• Ahimsa, la no violencia, es uno de los más elevados principios de la filosofía yóguica. Para el yogui toda forma de vida es sagrada. Cada criatura viviente es una entidad que respira, con pensamientos y sentimientos.
• Un yogui sabe que cuando una persona consume carne, está también absorviendo el miedo y el dolor del animal maltratado. Por lo tanto, le cuesta más tener control sobre sus emociones.
Recetas Yóguicas
“Come moderadamente lo que conoces por tu propia experiencia que te sienta bien y es digestible. La dieta sencilla es la mejor.” Swami Sivananda
Talleres de cocina vegetariana
En estos talleres podrás aprender de manera práctica recetas vegetariana ricas y nutritrivas. Más información>>
Recetas favoritas de los Centros de Yoga Sivananda
A continuación encontrarás recetas del Libro de Yoga y Cocina de los Centros de Yoga Sivananda. Estas recetas armonizan tu cuerpo, la mente y el espíritu.
Desayuno: la manera yóguica de empezar el día>>
Sopas: rápidas, nutritivas y fáciles de digerir >
Los maravillosos cereales: la primera fuente de hidratos de carbono >>
Las proteinas: para construir tejidos y renovarnos >>
Verduras: las preciadas vitaminas y minerales >>
Ensaladas: las verduras crudas son imprescindibles >>
Postres divinos >>
Salsas y aliños: el toque final >>